Aceites vegetales: Fente natural de salud y belleza


Barcelona (Redacción de Vivirmejor.com).- 


 Los aceites vegetales son sustancias que se obtienen por extracción de las semillas o de los frutos de las plantas oleaginosas. Tienen unos innegables efectos beneficiosos para nuestro organismo, tanto a nivel nutricional como cosmético, debido a su composición, muy rica en Ácidos Grasos Poliinsaturados (w-3, w-6) y vitaminas (E, A) antioxidantes. “Eso sí, siempre y cuando utilicemos un aceite de calidad, ya que en función de la selección de los frutos y del método de obtención, las propiedades del aceite vegetal (AV) resultante pueden verse muy afectadas”, afirma Laura Mestres, licenciada en Farmacia y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Barcelona y formada en Aromaterapia Científica por la Escuela francesa de Aromaterapia (Collège International d’Aromathérapie Dominique Baudoux). Con más de 10 años de experiencia en el estudio y la difusión de los aceites esenciales con finalidad terapéutica, actualmente es responsable de formación de Pranarom España en aromaterapia científica. 


La especialista en aromaterapia describe que “la extracción del aceite vegetal puede ser por presión, en frío o en caliente, o bien mediante disolventes químicos (cetona, hexano, etanol…). La extracción mediante presión en frío (temperaturas que no superen los 40ºC) nos permite conseguir un aceite vegetal de máxima calidad, que contiene todos los nutrientes del fruto o la semilla utilizada, mientras que con la expresión en caliente siempre hay riesgo de oxidaciones y la consiguiente pérdida de compuestos nutritivos”. Además, tanto en la extracción en caliente como en la que se utilizan disolventes químicos, es necesario un posterior proceso de refinado para su consumo, con lo que pueden perderse más sustancias nutritivas por el camino… 


En resumen, los aceites vegetales de mayor calidad son aquellos obtenidos de la primera presión en frío, sin ningún tratamiento de refinado. Si, además, las plantas han sido cultivadas de forma ecológica y, por lo tanto, el aceite vegetal resultante tiene un certificado BIO, ¡mucho mejor! A nivel nutricional, los aceites vegetales destacan por ser una fuente natural de Ácidos Grasos Poliinsaturados, entre los que debemos destacar el Ácido linolénico (w-3) y el Ácido linoleico (w-6), precursores del resto de Ácidos w-3 y w-6, respectivamente. Como nuestro cuerpo no puede sintetizarlos y sin ellos no se formarán otras sustancias muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo, es fundamental que los incorporemos con la dieta. Por esta razón son llamados Ácidos Grasos Esenciales, explica Laura Mestres. A nivel cosmético, los AV tienen propiedades emolientes (suavizantes) y nutritivas en la piel, por el aporte en lípidos y vitaminas.

Estos lípidos de origen natural, a diferencia de los aceites minerales, se absorben e incorporan perfectamente a las estructuras celulares de nuestra piel, disminuyendo la pérdida de agua a través de la piel, actuando como hidratantes pasivos y reforzando el manto hidrolipídico de la epidermis, verdadera barrera protectora de la piel frente a los agentes climáticos, la polución ambiental o el propio envejecimiento cutáneo. “Además, los aceites vegetales son el vehículo ideal para la incorporación de Aceites Esenciales y su posterior aplicación tópica de forma agradable, segura y eficaz”, concluye la experta en aromaterapia. Aceite de Argán (Argania spinosa) Este aceite procede del fruto de un árbol originario del suroeste de Marruecos y es utilizado por los bereberes del Atlas desde hace siglos por sus propiedades terapéuticas y cosméticas. 


De textura muy fina y suave sabor a avellana, marida muy bien con ensaladas y hortalizas crudas. Su riqueza en Ácido oleico (45%), Ácido linoleico (35%) y vitamina E, lo hacen una joya cosmética: muy nutritivo y suavizante, es el aliado ideal para una piel seca o afectada por el envejecimiento prematuro, porque aporta hidratación y elasticidad. También puede utilizarse para el cuidado del cabello y del cuero cabelludo, evitando descamaciones y aportando brillo y suavidad. Además, protege la piel de las inclemencias climáticas (frío, viento…) y actúa como un verdadero suero antiedad si lo potenciamos con unas gotas de Aceites Esenciales Quimiotipados (AEQT) de Rosa damascena y Jara. Suero antiedad: podemos preparar una solución añadiendo 30ml AV Argán ¬+ 6 gotas AEQT Rosa damascena + 2 gotas AEQT Jara (Cistus ladaniferus). Aplicar mañana y noche sobre la cara y el cuello limpios. Aceite de Rosa mosqueta (Rosa rubiginosa) Este aceite vegetal, procedente principalmente de Chile, es otra perla de la naturaleza debido al elevado porcentaje de Ácidos Grasos Esenciales (80%) y a su contenido en vitamina A ácida, una variedad extremadamente activa de la vitamina A, responsable de la mejora del aspecto de cicatrices y quemaduras cuando se tratan con este aceite, sin causar ningún tipo de irritación cutánea.


El aceite de Rosa mosqueta es, por tanto, el aceite vegetal de elección para prevenir y corregir imperfecciones cutáneas tales como: estrías, cicatrices, quemaduras, arrugas, manchas de envejecimiento o acné. Tanto en uso oral (1 cucharada sopera al día) como en aplicación tópica. Además, como penetra a la perfección en la piel, su uso diario en la crema hidratante facial de día o de noche, o en la crema de manos, regenerará la piel con suavidad para rejuvenecerla e hidratarla. Mascarilla antiarrugas: También puede utilizarse como mascarilla con una base de arcilla blanca. Mezclar 1 cucharada sopera de arcilla blanca + 1 cucharada sopera de aceite vegetal de Rosa mosqueta con un poquito de agua. Añadir 1 gota de AEQT de Rosa damascena. Aplicar durante 15 minutos y enjuagar. Más información en www.pranarom.com/es




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